Palet macetero
Todos merecemos una segunda oportunidad.
Volviendo una noche de trabajar, nos encontramos por casualidad. El de pie, apoyado sobre un contenedor descansaba del que, a juzgar por sus enormes dimensiones, debió ser un porte agotador. Yo conduciendo lentamente para terminar de disfrutar de la canción que escuchaba, adiviné desde la distancia sus enormes posibilidades.
Y así, esta madera que un día formó parte de un ser vivo, contiene ahora nueva vida.